2ª fase: Citas: Conflicto y Cortejo
El Ama llega a la cita |
La naturaleza social de los
seres humanos nos obliga a relacionarnos, pero cada individuo al relacionarse
con otro, pretende alcanzar sus intereses personales, como consecuencia en toda
relación hay un conflicto de poder, en la que aspiramos a someter al otro y que
su interés se centre en nuestro bienestar y satisfacción.
En las relaciones FemDom hay
al menos 2 arquetipos de individuos (Dominas-sumis@s), los bisoños creen que al
ser los intereses complementarios, el conflicto de poder carece de sentido, el
entendimiento es inevitable en más o menos tiempo y donde ambos participantes parecen
estar predestinados a alcanzar la felicidad…
Cuando salimos del armario
(Amanecer), buscamos relación con un complementario/a, con la cándida idea que pronto
ligaremos, descubrimos que necesitamos un mínimo de Cultura BDSM para
comunicarnos adecuadamente y sufrimos las primeras decepciones en virtual o
real que achacamos a la falta de experiencia, al escaso conocimiento del otro y
a diferentes causas que hacen madurar nuestra personalidad.
Un debate interno se asienta
en los machos-sumís normalmente onanistas compulsivos, por un lado la libido exige
el placer inmediato y buscara las sesiones con Dominas profesionales, por otro
la inteligencia emocional nos motiva a lograr una satisfacción sostenida en el
tiempo y utiliza el cortejo para seducir a la Domina amateurs..
El sumí corteja a la Dama |
Las Dominas profesionales
ofrecen sesiones a los machos-sumís, que al pagar por un servicio se
transforman en clientes. Las buenas profesionales combaten el desconocimiento
del cliente con cuestionarios de deseos, pero yo al menos cuando he solicitado
una sesión con una Domina profesional las he sentido como impostadas y me he
preguntado: ¿Quién tiene el poder en las sesiones con las Dominas profesionales?,
¿Las dinámicas que se realizan, realmente le apetece practicarlas a la Domina?.
Desde el primer contacto
debemos estar dispuestos a cortejar, los sumís adoptan el rol de pretendientes activos,
seductores y útiles…, las Dominas serán cazadoras, atractivas y egoístas… Cada
persona dispone de unas armas para cortejar, que debe emplear con inteligencia
para conocer al otro, reconocer las dinámicas que nos pueden vinculan y evaluar cada
uno si existe “química” entre ambos
participantes como para comenzar a caminar ligados.
Los sumís-machos tendemos a
idealizar a las Dominas amateurs antes de conocerlas, nos dejamos llevar por la
ansiedad de encontrar Ama y las cortejamos con enorme torpeza, prometiendo
entrega sin límites, disposición para adorarla sin compensación y atención
total sin medida, ¿estos hipócritas mensajes se los puede creer realmente
alguien?, si alguna Domina los aceptara como ciertos, nos defraudaría como
Domina… o no?
En las primeras citas
solemos sentirnos defraudados, nos tachamos mutuamente de mentirosos o deshonestos, las Dominas nos
acusan de prometer lo que no cumplimos, sin darse cuenta que la fiebre sexual
nos hace prometer absolutos a los que dificilmente llegaremos y aunque nuestro deseo es real, nuestra inteligencia es torpe y desbordada por el ansia sexual. Los sumís las acusamos de no ser atractivas, sin
darnos cuenta que las idealizamos sin conocerlas, ni preguntarlas por cosas que nos parecen obvias, ¿cuantas Dominas intentan tener
una apariencia atractiva otorgando cierta relevancia al encuentro?
A los machos nos han educado con una sexualidad visual, es normal que deseemos bellas Damas y nos resulta perturbador observar una mujer despreocupada por su imagen sin alertarrnos, sin embargo en el FemDom los sumís buscadores impenitentes nos conformamos con Señoras egoistas que pretendan seducirnos fisicamente, conquistarnos mentalmente y referirnos sus defectos evidentes.