Subtitulo: Como ser feliz viviendo el FemDom
Cap. 1 Presentación: ¿Qué?, ¿Quién?, ¿Cómo?, ¿Dónde?,
¿Cuándo?...
Aquel edificio a las afueras de Madrid, parecía un templo
moderno con su bóveda de cristal, el cartel anunciador del espacio “Zoco de los
Sentidos” en la carretera de los restaurantes, seducía a los conductores
curiosos y formaba el arco de entrada para acceder al parking.
El enorme
aparcamiento estaba enmarcado por 3 edificios, uno alargado delimitando el ala
derecha, era el tradicional Restaurante “El disfrute del Paladar” al que los clientes accedían por un pasillo que les
conducía a una terraza y unos comedores traseros embutidos en un esplendido
jardín. En el ala izquierda un Casino de 2 pisos, en cuya pared de espejo, se
reflejaba el espacio y permitía a los clientes jugar sin ser vistos. En el
centro, enfrente de la entrada, el “Palacio del Placer” que con sus 3 alturas
parecía dominar a los otros dos, cuya silueta de la “cúpula de cristal” los
ensombrecía por el día y presidia con su luz de neón, la plaza del aparcamiento
por la noche.
Los diversos anuncios del Palacio (“Satisfacción para
hombres y mujeres”, “el Hipermercado del Deseo”, “el Sueño de la Libido”, etc.),
eclipsaban los otros negocios e intentaban provocar la visita del curioso que
penetraba en el Zoco, atraído por el juego, por la reputación ancestral del
Restaurante o por la excelente campaña publicitaria…
Las personas que se atrevían a entrar en el Palacio, descubrían
a modo de recibidor, una cafetería con taburetes para sentarse en la barra,
cómodos sillones alrededor de mesas ovaladas y un ambiente acogedor tanto por
la temperatura como por la música instrumental. Los camarer@s vestían con chalecos y
pantalones cortos, procurando no espantar al cliente curioso, pero sin
renunciar a mostrar la sensual piel. Al
entrar se entregaba una carta en cuya portada, se explicaba que estaban en la
Recepción del Paraíso, en donde tanto hombres como mujeres podrían hacer
realidad sus deseos o sueños, eventos públicos o privados, en salones
espectaculares o confortables habitaciones y no deberían irse sin conocer la diversificada
oferta y la discreción garantizada, mientras tomaban algo en la cafetería.
Algunos clientes pasaban sin detenerse en la recepción,
otros se sentaban y solicitaban una consumición. Al abrir la carta los
servicios existentes se desplegaban en dos grandes bloques: los Generales
(Sex-shop, Cabinas de Cine y de Masturbación,
Café-Espectáculos de Strippers masculinos y femeninos, etc.) y los
Especiales (Local de relaciones liberales, Orgias-Bacanales, Salas Oscuras,
Mazmorras y Mercado de Esclavos, etc.),
había practicas o servicios con el precio fijado, otras se subastaban,
otras se contrataban para el futuro y en la contraportada un plano de colores
para ubicar las diferentes áreas del Palacio.
La bóveda acristalada era el techo de un Salón de Actos, de
suelo ajedrezado, de paredes de cristales ennegrecidos y blanqueados, de 2 metros de alto para
impedir la visión externa y justo en el cambio una cadena adornaba y recorría
el perímetro circular.
El Salón había sido reservado por la Logia Cibeles y como
siempre la propietaria del Palacio había ordenado a sus empleados que se
limitaran a dirigir a los asistentes que preguntasen, a la puerta de acceso del
evento.
Las Convocatorias de Eventos de la Logia Cibeles eran
realizadas en la sesión- reunión anterior, el Orden del Día se publicaba en el
blog-internet y la asistencia estaba
limitada a los hermanos que abonaran la cuota del evento, que cubría los
suministros de lunch y el uso del Salón acondicionado según el acontecimiento,
equipado con neveras que mantenían las bebidas frías, microondas para calentar
los alimentos y un equipo de música para ambientar el evento.
El evento que habría de celebrarse en ese día de primavera,
era una “Ceremonia de Ingreso”. Los asistentes a un Acto de Admisión eran los
Suplicantes de Ingreso a la fraternidad, verdaderos protagonistas y los hermanos de la Logia Cibeles que
acudieran, actuarían como votantes-jueces de nuevos asociados y testigos del
bautismo de nuevos adeptos.
Los aspirantes a ingresar debían ser presentados por un
hermano, ante la “Comisión de Ingresos”, formada por 3 Maestres (La Suma
Sacerdotisa, el Presentador si es Maestre o un Delegado del Presentador y 1
Maestre que actuaria como opositor o Abogado del Diablo). El aspirante debía
superar la evaluación-juicio realizado por la Comisión, el solicitante se
convertía en Suplicante a Sacerdotisa o sumis@ y debería preparar junto a su
Presentador la Suplica de Ingreso a la Logia Cibeles con el rango de aprendiz.
El/la Suplicante debería someterse a la aprobación de su admisión en la
Ceremonia de Ingreso.
La Logia Cibeles fue fundada por creyentes del FemDom
(Dominación Femenina), cuyo objetivo era influir sobre los ciudadanos para que
aceptaran en público lo que era evidente en privado (DomFem conyugal). El medio
para alcanzar sus fines, era una sociedad basada en principios masónicos, cuyo
secretismo decimonónico preservaba la privacidad deseada por sus miembros, el
respeto fraternal a cualquier socio y la ejecución conjunta-organizada de
acciones que fomentaran costumbres-normas de convivencia FemDom o DomFem.
La filosofía de la Logia Cibeles se cimentaba en la revolución
feminista (anti-machismo), en el movimiento de liberación sexual (todos podíamos-debíamos
disfrutar de nuestra sexualidad), en el cambio evolutivo-adaptativo del poder (fuerza
x inteligencia) y en la aceptación
generalizada de quien dirigía la convivencia privada (la superior inteligencia
emocional de las mujeres). La religión por ser la forma filosófica más eficaz
de influir sobre la voluntad de las personas, cambiando Dios-Alá por
Diosa-Diabla, paraíso después de muerto por felicidad terrenal y transformar pecados-tabús
por libertad-gozar de la convivencia, era la concepción identificadora,
modeladora y diferenciadora de la Logia Cibeles con otras comunidades.
El protocolo de eventos solo permitía calzarse y lucir el
escudo a los Hermanos de la Logia Cibeles, a los Suplicantes se les reconocería
por vestir con colores claros, preferiblemente blanco e ir descalzos. Las Sacerdotisas
(Aprendices o Maestras), Damas exclusivamente, asistirían con vestuario
sugerente, podían reposar cuanto gustasen en el mobiliario (sillones, tumbonas,
etc.) habilitado al efecto o en sus propiedades humanas y comportarse según su
criterio. Los sumisos (aprendices o maestros), en su mayoría varones, se
mostraban en los eventos cuasi-desnudos, tapaban con mandiles blancos largos su
torso y genitales, con slips los traseros, expuestos espalda, glúteos y
piernas, formando un cuerpo uniformado de servidores, permanecerían de pie o
usados por sus Dueñas, pendientes de atender a las Sacerdotisas.
En cuanto al rango, los Aprendices llevarían un escudo sin
coronar, podían participar en los eventos y estaban excluidos de las acciones
de gobierno. Los Maestros se distinguían por el escudo coronado, eran
reconocidos como Guías de la fraternidad, podían utilizar los pedestales y eran
candidatos exclusivos a los órganos de gobierno. Los maestros sumisos eran los
responsables del éxito de los eventos al dirigir al cuerpo de servidores,
actuarían siempre como ayudantes en las convocatorias asistenciales y podrían gestionar
cualquier acontecimiento virtual Solo
las Mistress sacerdotisas podían dirigir los eventos reales, un curso público,
general o especifico y acceder al cargo de Suma Sacerdotisa (SS).
El Acto de Admisión tenía un mobiliario especifico, el
sempiterno pedestal de las celebraciones tendría en un extremo el habitual
Trono de la Guía-Directora del Evento (generalmente la Suma Sacerdotisa) junto
al atril que usaría para dirigirse a los asistentes y en el centro el
imprescindible altar (mesa rectangular)
vestido para la ocasión: con un paño blanco, 2 rosas negras, 2
candelabros y una bandeja con cantidad de pines del escudo…, por detrás del
altar: una pantalla en alto donde se podía ver el escudo de la Logia junto a la
relación de los participantes en el evento. En el frente del pedestal, por
delante del altar, en el suelo, un par de zapatos por cada suplicante.
El patio de butacas tenía sillones, tumbonas y mesas con
botellas de cava sumergidas en hielo, copas y un ágape para fomentar el confort
de las sacerdotisas… y los sumisos al fondo, alineados por detrás del
mobiliario y preparados para servir a las Damas.
La indefinición horaria del comienzo de los eventos,
obligaba a los asistentes a llegar en el crepúsculo solar, antes que el enrojecido
cielo del atardecer se ennegreciera por la natural nocturnidad, después que amaneciera
la luna y las iluminarias de la cúpula pasaran de rasgar artificialmente la
oscuridad a descender la intensidad de luz en el interior del salón y la
semi-penumbra incitara al recogimiento, disminuyera el bullicio del encuentro
de los hermanos y cesaran las carreras para depositar los abrigos en el
guardarropas…
La señal de comienzo de la ceremonia era cuando estallara “Bienvenidos”
de Miguel Ríos, rompiendo el bullir del encuentro, cuando surgiera la Suma
Sacerdotisa (SS) entre las 2 columnas que configuraban el dintel de entrada del
salón y la fraternidad quedara expectante ante la inminente procesión.
Madame Wanda, SS de la Logia Cibeles, propietaria del Zoco
de los Sentidos y Guía del Ingreso, apareció ataviada con unas botas blancas de
tacón alto, unos pantis negros de rejilla o medias cuyas ligas tapaba un corto vestido
de cuero negro ajustado, que realzaba sus impresionantes pechos y su voluptuosa
figura. Al aire, brazos con manos enguantadas de cuero blanco, colgando del
cuello el escudo coronado de la Logia y unos hombros donde descansa una leonina cabellera rubia que enmarcaba un
maquillado rostro maduro coronado por una diadema y unos inquietantes ojos
grises.
Madame Wanda encabezaba el desfile, con paso lento (permitiendo
a los intervinientes seguirla, seduciendo a los espectadores, etc.), cabeza
erguida y su melena aleonada desplegada, consiguiendo un aspecto de Imperial Majestad,
en su recorrido del salón.
Justo detrás “severin”, esclavo de Wanda, administrador de
las propiedades de su Dueña, maestre sumiso y ayudante de la Guía-Directora de
la Ceremonia de Ingreso. Vestido según el protocolo de sumisos, portaba un
largo cirio y el estandarte-escudo de la Logia.
Algunos asistentes quedaron descolocados al ver a la
conocida Ama Amalia, avanzar en la comitiva, su negra melena, a lo Cleopatra,
rivalizaba en esplendor con la de Wanda, su vestuario espectacular (corsé a bandas negras-rojas, unos leggins
rojos y unos botines negros) capturo la atención de los presentes…, los que
habían leído el cambio en la Orden del Evento, publicado en el blog el día
anterior, sabían que habría una Coronación de un hermano aprendiz y ahora
descubrían a quien se refería…
Por detrás un aprendiz
sumiso (lamebragas Leopoldo) que actuaba como presentador, conducía con una
cadena que agarraba las muñecas de una Suplicante descalza con un pañuelo en
sus ojos, de raza oriental, pelo negro, vestida con un ajustado vestido blanco…
la escasa estatura de ambos contrastaba con la esbelta figura que les precedía.
Un grupo de 3 personas les seguían, dos mujeres descalzas,
ausentes de visión, con sus muñecas esposadas y una sola cadena que portaba
Diosa Perversa.., las tres iban vestidas con encajes y transparencias, la
presentadora de negro y las suplicantes
de blanco, formando un conjunto sugerente…
Finalmente la procesión se cerraba con un larguirucho hombre
descalzo, al que llevaba una Dama con unas botas altas sin tacón, para hacer
más patente la diferencia de altura…, el llevaba un ajustado vestido rosa,
pintadas las uñas y una máscara le impedía la visión, mientras que Lady Cowboy,
vestía con ropa vaquera, apenas se la
notaba el maquillaje y con su enguantada mano tiraba del Suplicante.
Madame Wanda al llegar al pedestal, deja que “severin” suba,
deposite el cirio y el estandarte presidiendo la ceremonia y le tienda la mano,
para ayudarla a subir el pedestal y sentarse en su trono. Mientras Ella espera
que se coloquen sus seguidores, “severin” se hace cargo de la música y de los
medios audiovisuales.
Ama Amalia se sitúa enfrente del Trono, erguida, con las
piernas semi-abiertas, con los brazos en jarras, en una postura de Diosa.
Los
presentadores colocan a los suplicantes de rodillas frente a su calzado,
“lamebragas” se coloca detrás de Geisha Kao, Diosa Perversa delante de sus
niñas, se sienta en el pedestal por ser Maestra y Lady Cowboy detrás por ser
todavía aprendiz, apoyándose con los brazos cruzados en la cabeza de su
evidente sumiso travestido.Continuara...