viernes, 11 de marzo de 2016

Logia Cibeles: Vidas 1


Capitulo 3...............   Madame Wanda

Wanda era el nombre que Sacher-Masoch había dado a la Dama protagonista de su obra maestra “La Venus de las Pieles”…. y para la Suma Sacerdotisa de la Logia Cibeles era el sobrenombre que había adoptado cuando trabajaba en el oficio más viejo del mundo.

Wanda recordaba aquel marido borracho y maltratador con asco, su muerte repentina en plena orgia de golpes, lo vivió como una liberación del torturante yugo que era su matrimonio. Aquel infarto en el 81, en plena crisis de ira y golpes, dejo su vida ligada a una hija, muchas deudas y rencor hacia el género masculino.
La hija era el producto del deseo de libertad que impregno la movida madrileña, en aquel momento se sintió culpable como la moral franquista, en la que había sido educada, aconsejaba. Se casó con aquel amante ocasional, al que no conocía, que resultó ser un “camello” machista y celoso que la mantenía enjaulada en casa.
La muerte de su cónyuge, mostro cuan sola estaba, las familias alejadas e incapaces de hacerse cargo de las deudas contraídas, sus antiguos amigos se convirtieron en chantajistas sexuales y los prestamistas en buitres insaciables. Dejo la niña a cargo de sus padres, dispuesta a enfrentarse con la calle, su falta de monetario la convirtió en prostituta… al poco de ingresar en una barra americana conoció a Severo.

De cliente esporádico, paso a ser habitual entresemana, de tomador de copa se convirtió en consumidor de sus servicios, de conocido a dueño de un restaurante en las afueras, de adicto al sexo a sumiso a la mujer. Todo cambio el día que Ella se volvió cuando iban al reservado y le pregunto por curiosidad y para excitarle “¿Cuánto me valoras?”...

El saco un fajo de billetes del bolsillo: “solo, por dejarme adorarte”.
Ella observo aquel montón de dinero y asombrada le pregunto: “¿por adorarme?”
Si…, por dejarme besarte los pies, por lamer tus sandalias, por chupar tus tacones.
Sorprendida por aquella proposición…  ¿no prefieres echarme un polvo?...
Desde que nos conocemos, sueño con adorarla (de pronto, la trataba de Ud.)
¿Te excitan los pies? (una sonrisa incrédula, recorre el rostro de la mujer).
Soy un devoto fetichista de los pies de las Damas, especialmente cuando los dignifican unos tacones y me apasionan si son de una Dama con carácter.
Dame la “pasta” (arrebato el fajo de billetes de las manos de Severo, el dueño del restaurante “El disfrute del Paladar”).

Wanda no sabía qué hacer, guardo el fajo de billetes para que nadie del burdel pudiera verlo, le dio la espalda al apreciado cliente que súbitamente se había convertido en un pervertido y se dirigió al reservado, sopesando el poder que le otorgaba ese arrebato-confidencia.
Se sentó en el sillón, cruzo las piernas, le miro y espero… El se arrodillo, comenzó a lamer la cinta de la sandalia, la lengua del macho limpiaba con delicadeza el escaso cuero del calzado, un tafilete enmarcando los deditos, otro finito abrochado al tobillo y de este salía otro que parecía prolongación del tacón y recorría el talón. El cuidado del fetichista por limpiar de polvo el calzado usado, sin mancillar con saliva la piel, contrastaba con la pasión con que beso, luego cada poro del pie desnudo
Ella se dejó hacer, estaba encantada con el respeto que la demostraba aquel limpiabotas, recordó cuantas veces había imaginado tener uno limpiando su calzado, trasgrediendo la costumbre del limpiabotas solo para los hombres, aunque nunca había soñado que lo hiciera con la lengua…, desde entonces comenzó a llamarle “severin” y el la trato de Ud.
 
Conto el dinero mientras permitía a su cliente favorito desahogar su pasión fetichista, guardo el dinero en el bolso conmocionada por la diferencia económica entre dejarse follar y permitir que la adoraran, se sentía tan poderosa al tener aquel macho humillado a sus pies, comprendió que podría superar su rencor a los machos si muchos se comportaran así, decidió relajarse para disfrutar de aquel momento único, sumergir sus sentidos en la erótica del poder y noto como sus bragas se humedecían…
De pronto aquel macho a 4 patas se tumbó a sus pies, adoso los labios a su tacón de aguja y comenzó a bajar-subir la cabeza. Estupefacta, comprendió que estaba reproduciendo el acto sexual, invirtiendo los roles, la boca hacía de vagina acogedora y su tacón de pene penetrador.
Ella hizo reposar su tacón libre en los genitales cubiertos, él se desabrocho la bragueta y el tacón de aguja penetro hasta notar la piel del macho. El calzado poco a poco se abrió paso entre las telas ayudado por las manos descubridoras del hombre que se afanaba con su ritmo sube-baja, piso por primera vez los genitales de un hombre, los presiono dificultando la cadenciosa danza baja-sube y cuando comenzaba a preocuparse por el daño-dolor que pudiera ocasionar a su apreciado cliente, la poya exploto como un volcán desbordante…
Noto asqueada el semen sobre su piel, intento levantarse para limpiarse y entonces sintió la mano derecha del derrotado macho agarrar con extrema delicadeza el tobillo del pie que había aplastado-torturado sus huevos, el cuerpo vencido se levanta, la boca se acerca a la pierna manchada, la lengua lame cada gota del pegajoso y abundante liquido… Ella conmovida por aquella reacción inesperada por primera vez desde que ejerce como puta se corre de gusto...
 
Aquel día el hablo de sus fetiches, de cómo admiraba a las Damas, del onanismo compulsivo, de la sumisión, del origen del sadomasoquismo, de Sacher-Masoch, de la Venus de las pieles… Ambos pactaron mantener sesiones que cada vez fueron más frecuentes, en el burdel adopto el nombre de Domina Wanda y se especializo en FemDom, le fue fácil reconocer a sus acobardados clientes potenciales y descubrió un campo casi virgen que nadie se había atrevido a explorar y mucho menos a explotar profesionalmente.
Con la ayuda de Severo-severin alquilo-abrió su propia mazmorra de Domina profesional en Chueca, en donde atendía a clientes con los que nunca practicaba sexo. Se fue a vivir con severin que la consideraba su Dueña y se lo llevaba suplicando años…, trajo a su hija a la casa a la vera del restaurante “El disfrute” donde se sentía confortable conviviendo con su propiedad humana, sin dejar su actividad laboral que la daba cierta independencia…
El negocio de Severo le permitió adquirir el terreno sobre el que había edificado su restaurante, comenzó a construir un parking y en el extremos opuesto un casino de carretera, justo detrás de la gasolinera que presidia la rotonda. Con el nuevo siglo Wanda estaba cansada de sus desplazamientos casi diarios a Chueca, pensó en edificar un gran centro dedicado al sexo bajo su dirección (seria la Madame), donde pudiera atender a sus clientes sumisos y ofrecer al universo FemDom un lugar-espacios donde pudiera desarrollarse.
Aquel bazar del sexo, cumplía todos los requisitos legales, las prostitutas cotizaban a la Seguridad Social y eran tratadas como trabajadoras, al igual que los gigolos-putos, camarer@s, actores, etc. Todos los días había estreateas (machos o hembras) según y al estilo de la inclinación sexual de la sala donde se producía, todas las semanas había algún espectáculo sexual o no, en el pequeño teatro que podía prorrogarse en función del éxito, todos los meses había una subasta de esclav@s con candidatos voluntarios que exhibían sus cuerpos desnudos para ser usados, por un día, una temporada o con intención más perdurable…
Madame Wanda era la directora y severin el administrador, ambos vivían juntos como Ama-esclavo, compartían un estilo de vida FemDom, eran felices, un día descubrieron que deseaban que los demas (sus hijos y los creyentes en el FemDom) supieran que era posible y cofundaron la Logia Cibeles.
Continuara...